Querida comunidad parroquial,
Nos encontramos inmersos en la tercera semana de Adviento, conocida como "Gaudete", un llamado a regocijarnos ante la proximidad del nacimiento de nuestro Salvador. Las lecturas que nos acompañarán en estos días nos sumergen en la esperanza y la alegría que brotan de la promesa divina.
El profeta Isaías, en su lectura (Is 61, 1-2a. 10-11), nos invita a experimentar un gozo desbordante en el Señor. Nos revela que, a pesar de nuestras limitaciones y necesidades, podemos encontrar razones para alegrarnos, ya que en la pobreza de nuestro ser, reconocemos los signos de la salvación de Dios. Este mensaje resuena en el Salmo responsorial (Lc 1, 46-50. 53-54), donde nos unimos al cántico alegre de María, la humilde sierva del Señor. En su magníficat, ella proclama su gozo en el Señor, recordándonos la importancia de la gratitud en nuestra vida espiritual.
Las palabras de San Pablo a los Tesalonicenses (1 Tes 5, 16-24) nos ofrecen la clave para mantenernos en esta alegría: la oración constante y el agradecimiento. En medio de nuestras ocupaciones diarias, la conexión continua con Dios nos ayuda a discernir su voluntad y a apartarnos de todo mal. Que nuestro espíritu, alma y cuerpo se mantengan íntegros, guardados para la venida del Señor.
Juan el Bautista, en el Evangelio según Juan (Jn 1, 6-8. 19-28), se presenta como la voz que clama en el desierto, preparando el camino para el Salvador. En medio de nuestras vidas, hay alguien a quien aún no conocemos completamente, alguien que trae la salvación. Abramos nuestros corazones y mentes para reconocer a Jesús, la luz que disipa nuestras tinieblas.
Nuestra parroquia, esta semana se llena de actividades que reflejan la luz del Adviento. El miércoles, los "Sembradores de Estrellas" saldrán a las calles, llevando consigo el mensaje de que Jesús nace para cada uno de nosotros. Niños, catequistas, familias y la Banda infantil de Música Virgen de los Remedios serán instrumentos de esta luz que ilumina incluso los lugares más oscuros. Además, nos reuniremos el miércoles, el grupo de liturgia (al que te puedes unir) para rezar siguiendo la enseñanza de San Marcos, y el jueves dedicaremos todo el día a la Exposición del Santísimo en El salvador. El viernes, en un encuentro de Oración de la Divina Misericordia, nos sumergiremos en la misericordia de Dios para prepararnos aún más para la Navidad.
Todo culminará el fin de semana con la bendición de las imágenes del Niño Jesús que tenemos en casa en las Misas dominicales.
En medio de estas actividades, recordemos que la alegría del Adviento no es solo externa; nos impulsa a prepararnos interiormente para el nacimiento del Salvador. La Virgen María, figura central en esta preparación, nos inspira con su humildad y disponibilidad para acoger a Jesús en nuestras vidas. Siendo ejemplo de Esperanza como celebramos el día 18 junto con la Cofradía de San Juan.
En este tiempo de Adviento, avancemos con esperanza y gozo, sabiendo que la luz de Cristo ilumina nuestro camino. Que esta meditación nos motive a vivir estos días con un renovado entusiasmo, compartiendo la luz del amor de Dios con todos aquellos que nos rodean.
Que la gracia del Adviento nos guíe hacia el portal de Belén, donde encontraremos al Salvador del mundo. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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