Crónica del quinto día de JMJ en Lisboa

Cada día nuestros jóvenes que participan en la JMJ de Lisboa, compartirán con nosotros una pequeña crónica de lo que hacen y viven cada día. Es muy de agradecer que, al terminar el día, le quiten un poquito de tiempo a su descanso tan necesario, para escribirnos un pequeño resumen de lo que ha sido el día. ¡¡Gracias!!

La crónica de este quinto día la realiza Martín, joven rodense, estudiante en Alicante, que pertenece al grupo de Hakuna, comparte momentos especiales de la estancia en Lisboa. 

Saludos desde Lisboa a mi querido pueblo. Me hace inmensamente feliz hacer un parón en este torbellino de emociones para contaros cómo va esto. Ayer habló el Santo Padre; fue algo fuera de cualquier expectativa. Nadie se queda fuera, todos tenemos un lugar, cabemos todos.

Hoy acaba de terminar el viacrucis. Vengo de un increíble concierto donde ha tocado Hakuna, el grupo de jóvenes al cual pertenezco. Pero después de tanto follón, trenes, caminatas, misas, risas y conversaciones, no se me va de la cabeza lo que Francisco nos transmitía en ese discurso que ha dado antes del viacrucis, en el que parecía una conversación cara a cara.

El camino que más se ha grabado en el alma del ser humano es el de la pasión. ¡Qué fuerte! ¿Cómo puede ser que de algo tan doloroso pueda salir algo tan bello? Un Dios sufriente, un Dios débil, al que cuando clavan en la cruz, Él clava su mirada en nuestros corazones que trasfigura y demuestra tener siempre la ultima palabra que su amor no tiene limites, resucitado demostrando que con el no tiene limites nada. Un Dios que del mayor pecado instituye el mayor regalo. Gente de La Roda, no hay problema, dificultad y dolor, cruz por la cual Cristo no haya querido pasar por esa pasión y para ayudarnos a cargar con ella.

Un abrazo en Cristo. Voy a seguir disfrutando de esta preciosa y muy multitudinaria jornada.